Las piernas bien arregladas de la madre excitan a su hijo al incesto sucio
Descripción:
Cuando la madre entró en la habitación, el hijo no pudo evitar sorprenderse. Sus piernas largas y suaves eran irresistibles, y la forma en que se movía parecía el canto de una sirena. Sintió el calor y el hormigueo en sus lomos, y su deseo se cumplió. La madre sonrió conscientemente, consciente del impacto que tuvo en su hijo. Dejó que su vestido se deslizara por su cuerpo, revelando piernas pulcras y curvas seductoras. Su hijo ya no pudo resistirse y vino a abrazarlo. Debajo de la naturaleza prohibida de su encuentro incestuoso había un profundo vínculo entre los dos. Experimentaron un amor fuerte y apasionado que no se puede repetir. Compartiendo el disfrute prohibido, ambos sintieron una profunda sensación de alegría y satisfacción de poder expresar sus deseos el uno al otro.
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